El mercado inmobiliario en el Valle de Aburrá registró una caída del 11.3% en el número de inmuebles vendidos en 2023, según el informe de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia. En total, se vendieron 57.466 unidades, de las cuales el 51% correspondieron a vivienda nueva y el 49% a vivienda usada.
Esta desaceleración se explica por el impacto de varios factores económicos que afectaron la demanda y la oferta de vivienda en la región, tales como las altas tasas de interés, la inflación y los cambios en los subsidios del gobierno.
Según la Lonja, la tasa de interés promedio para créditos hipotecarios se ubicó en 10.8% en 2023, lo que representa un aumento de 1.2 puntos porcentuales respecto al año anterior. Esto encareció el costo de financiación para los compradores y redujo su capacidad de endeudamiento.
Asimismo, la inflación se situó en 5.2% en 2023, superando el rango meta del Banco de la República, lo que afectó el poder adquisitivo de los hogares y el valor real de los inmuebles. Además, el gobierno modificó las condiciones de los subsidios para la compra de vivienda de interés social (VIS) y de interés prioritario (VIP), lo que limitó el acceso a estos beneficios para muchos potenciales compradores.
Por otro lado, la oferta de vivienda nueva también se vio afectada por la escasez de materiales de construcción, el aumento de los costos de mano de obra y la demora en los trámites de licencias y permisos. Estos factores generaron un desbalance entre la oferta y la demanda, lo que se reflejó en un incremento del 7.4% en el precio promedio de la vivienda nueva en el Valle de Aburrá en 2023.
Ante este panorama, la Lonja hizo un llamado a las autoridades y a los actores del sector para que implementen medidas que reactiven el mercado inmobiliario en la región, teniendo en cuenta que la necesidad de vivienda es muy alta y que este sector es clave para la generación de empleo y el desarrollo económico y social.
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