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León XIV, nuevo Papa: así fue el cónclave que eligió a Robert Prevost

El Vaticano Tiene Nuevo Líder: Robert Prevost Es León XIV tras un Cónclave Histórico

El 8 de mayo de 2025, la fumata blanca emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, anunciando la elección del cardenal estadounidense Robert Francis Prevost como Papa León XIV, el 267º pontífice de la Iglesia Católica. Este cónclave, iniciado el 7 de mayo tras la muerte del Papa Francisco el 21 de abril, reunió a 133 cardenales de 70 países, siendo el más numeroso y diverso de la historia reciente. En apenas dos días y cinco votaciones, los cardenales alcanzaron el consenso necesario, requiriendo al menos 89 votos (dos tercios) para la elección.

El proceso comenzó con una misa solemne en la Basílica de San Pedro, seguida del “extra omnes” pronunciado por Monseñor Diego Ravelli, marcando el aislamiento de los cardenales en la Capilla Sixtina. Las primeras cuatro votaciones arrojaron fumatas negras, reflejando intensas deliberaciones. La mañana del 8 de mayo generó confusión con un humo inicialmente gris, pero fue en la cuarta votación vespertina cuando se logró la mayoría. A las 18:07 (hora de Roma), el humo blanco desató el júbilo de más de 40,000 fieles en la Plaza de San Pedro, que gritaban “Habemus Papam”. El cardenal Dominique Mamberti anunció la elección desde el balcón de la Basílica, presentando a León XIV, quien ofreció su primera bendición “Urbi et Orbi”.

La elección de Prevost, un “bergogliano” cercano al legado de Francisco, sorprendió por su rapidez, comparable al cónclave de Benedicto XVI en 2005. Su perfil moderado, con experiencia en Perú y roles clave en el Vaticano, como prefecto del Dicasterio para los Obispos, lo posicionó como un puente entre la Iglesia institucional y las periferias. A pesar de especulaciones iniciales que favorecían a cardenales como Pietro Parolin o Luis Antonio Tagle, Prevost emergió como un candidato de consenso, capaz de unir facciones progresistas y conservadoras. Su primer discurso, que incluyó un llamado a la paz y un saludo en español a Perú, marcó el tono de un pontificado enfocado en la unidad y la justicia social, continuando el espíritu reformista de su predecesor.