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Reciclaje: cerrar el ciclo, un compromiso con el planeta y las futuras generaciones

Foto: Tomada de La República

Uno de los principales retos que afrontamos como país es el correcto manejo de los residuos para contrarrestar y mitigar el impacto ambiental de nuestras actividades. Un modelo económico basado en la economía circular que busca reducir el desperdicio de recursos para brindarles un nuevo ciclo de vida y poder así reincorporarlos a la cadena productiva.

Hoy en día tanto compañías, como ciudadanos y gobiernos son cada vez más conscientes de su papel frente a la problemática de la gestión de residuos y están en continuo desarrollo de estrategias para mitigar sus efectos sobre el medio ambiente y buscar el sostenimiento de la sociedad y la vida misma en el planeta.

Frente a esta realidad, Enka, definió la economía circular como eje central de su estrategia con enfoque en el reciclaje de botellas de PET, encontrando en ellas una oportunidad en donde la mayoría ve solo basura e incursionando en un sector que anteriormente era inexplorado. La compañía ha contribuido al aumento de las tasas de recolección del PET en Colombia, pasando del 2% en 2007 al 32% en la actualidad, con más de 1.450 millones de botellas recicladas al año y con un portafolio de productos de los cuales más del 60% son elaborados con materias primas recicladas.

Enka cuenta con su filial Eko Red, la mayor red de captación de botellas de PET en el país, con presencia en más de 900 municipios a través de la cual formalizan y dignifican los recicladores de oficio frente a la problemática que hoy en día nos enfrentamos. Los recicladores juegan un papel fundamental en la gestión de residuos, y son los encargados de recolectar, separar y clasificar los materiales con el fin de reintegrarlos a la industria para su posterior tratamiento y transformación. Sin ellos no sería posible avanzar hacia una economía circular y cerrar el ciclo de estos mismos.

Fortalecidos en pilares como la innovación y la alta ingeniería, Enka, empresa líder en el reciclaje de botellas de PET posconsumo, le da diversos usos a las botellas que transforma en productos sostenibles y de alto valor agregado, que ofrece al mercado bajo la marca EKO®.

Como parte de su portafolio de productos verdes, Enka produce resina EKO®PET, apta para contacto con alimentos, certificada por Invima y FDA, EKO®Fibras, principalmente para geotextiles, ropa de hogar y no tejidos, EKO®Filamentos utilizados en la fabricación de tejidos de punto y plano, que le permite ofrecer al mercado moda con responsabilidad social y ambiental y EKO®Poliolefinas, fabricadas a partir de las tapas y etiquetas para diferentes aplicaciones plásticas como empaques flexibles, cerrando completamente el ciclo de las botellas.

Como parte de su compromiso con el reciclaje y la economía circular, recientemente Enka, puso en operación una nueva planta de reciclaje de PET que la convierte en uno de los transformadores más grandes del mundo, y con la cual pasará de reciclar 3 a 6 millones de botellas diariamente. Esta planta, tiene la capacidad para transformar botellas de PET posconsumo en resina EKO®PET y permite a las marcas de bebidas aumentar el porcentaje de botellas fabricadas con materias primas recicladas, evitando así que las botellas lleguen a ríos, playas, campos o rellenos sanitarios.

Las cuatro plantas de reciclaje de Enka generan grandes beneficios para el ambiente y la sociedad. Ahorros de energía del 92%, cercano al consumo de 600.000 hogares, reducción del 72 % en las emisiones de CO2, equivalente a retirar de las vías más de 21.000 vehículos, y generación de ingresos superiores a $130.000 millones anuales para el sector reciclador.

El reciclaje de botellas de PET posconsumo y su transformación, permite dar una segunda oportunidad a este material, el cual se caracteriza por ser altamente sostenible, debido a que utiliza menos recursos que otros materiales en su proceso de producción y de reciclaje. Lo más importante, es que permite fabricar envases que pueden ser 100% de material reciclado y 100% reciclables, es decir, aprovechados infinidad de veces, evitando así la extracción de petróleo para la producción de nuevos productos.

El papel de los consumidores es esencial para la transición hacia una economía sustentable debido a que está en sus manos que los materiales puedan volver a ingresar a su ciclo de aprovechamiento y así reducir el impacto ambiental que generan nuestros hábitos de consumo. Una cultura de separación en la fuente es fundamental en la cadena de reciclaje y marca la diferencia frente a la transformación de estos residuos.

Sin duda, es momento de crecer en sintonía con las necesidades del planeta, de la sociedad, de la vida. Pensar en la economía circular como una promesa de cerrar el ciclo que abrimos, de terminar lo que empezamos, de darle un final, y un nuevo inicio permanente, y necesario, a todo aquello que consumimos, y esto está en nuestras manos.

 

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