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Deuda externa colombiana asciende a US$205.796 millones en agosto de 2025

Foto: Cortesía. EPM obtuvo el crédito externo por US$500 millones con la banca comercial internacional, respaldado por la Agencia Italiana de Crédito-SACE.

Bogotá, 13 de noviembre de 2025. El Banco de la República publicó su informe más reciente sobre la deuda externa de Colombia correspondiente a agosto de 2025, revelando un saldo total de US$205.795,6 millones. Esta cifra marca un incremento del 4,3% en comparación con los US$197.152,7 millones registrados en el mismo mes de 2024, impulsado principalmente por el dinamismo del endeudamiento privado.

El sector público, por su parte, mantuvo un crecimiento marginal, lo que refleja una estrategia de contención fiscal en medio de un entorno global de tasas de interés elevadas y volatilidad cambiaria. Estos datos subrayan la resiliencia de la economía colombiana, aunque elevan la relación deuda externa/PIB a 48,7%, un leve aumento de 30 puntos básicos respecto al año anterior.

Composición de la deuda: Dominio del sector privado en el incremento

La estructura de la deuda externa en agosto de 2025 se divide entre el sector público, con US$113.061,9 millones (55% del total), y el privado, que alcanzó US$92.733,7 millones (45%). El endeudamiento privado experimentó un robusto avance del 9,3% interanual, pasando de US$84.793,9 millones en agosto de 2024. Este crecimiento se atribuye a la mayor demanda de financiamiento por parte de empresas en sectores como minería, energía y manufacturas, que buscan capital para expansión y cobertura de importaciones en un contexto de depreciación del peso colombiano, que se cotizaba alrededor de 4.200 unidades por dólar en el período.

En contraste, la deuda pública solo creció un 0,6% en el año, manteniéndose en niveles estables gracias a la refinanciación de bonos soberanos y la emisión de títulos en mercados internacionales a tasas más favorables. Según el informe del Banco de la República, esta contención responde a la Ley de Regla Fiscal, que limita el déficit fiscal al 3,7% del PIB para 2025, y a la priorización de pagos de amortizaciones por US$4.200 millones en el semestre. Para analistas financieros, esta disparidad en el crecimiento sectorial implica un riesgo asimétrico: mientras el privado diversifica fuentes de funding, el público acumula presiones en servicio de la deuda, con pagos proyectados en US$12.500 millones para el año completo.

Desde una perspectiva de inversión, el alza en la deuda privada señala confianza en la recuperación post-pandemia, con flujos de inversión extranjera directa (IED) estimados en US$15.000 millones para 2025 por el Ministerio de Hacienda. Sin embargo, inversores deben monitorear el costo promedio de endeudamiento, que se ubicó en 5,8% anual, influido por la política monetaria de la Fed y el BCE.

Variación mensual: Retroceso impulsado por el sector estatal

Aunque el incremento anual es notable, la deuda externa mostró una contracción mensual del 0,7%, equivalente a US$1.541 millones menos que en julio de 2025, cuando el saldo total era de US$207.336,6 millones. Esta disminución se explica por una reducción del 2,7% en la deuda pública, que pasó de US$116.206,5 millones a US$113.061,9 millones, atribuible a amortizaciones de bonos eurobonos y prepagos de multilaterales como el FMI y el BID, por un valor aproximado de US$2.800 millones.

Por el contrario, la deuda privada registró un leve aumento del 1,7%, de US$91.131 millones a US$92.733,7 millones, impulsado por emisiones de bonos corporativos en dólares para cubrir déficits comerciales. Este nivel de agosto representa el más bajo desde marzo de 2025, cuando el saldo era de US$203.162 millones (48,1% del PIB), lo que indica una desaceleración estacional ligada a la liquidez de verano boreal y la espera de resultados electorales en EE.UU.

En términos operativos, esta variación mensual alivia presiones sobre las reservas internacionales, que se mantuvieron en US$58.000 millones, cubriendo 7,5 meses de importaciones. Para profesionales del mercado de capitales, el retroceso mensual sugiere una ventana para emisiones soberanas a mediano plazo, potencialmente a tasas por debajo del 6%, alineadas con la curva de rendimientos global.

Relación con el PIB: Umbral de 48,7% y umbrales de sostenibilidad

La deuda externa como proporción del PIB escaló a 48,7% en agosto de 2025, desde el 48,4% del año anterior, un incremento de 30 puntos básicos. Este ratio, calculado sobre un PIB nominal estimado en US$422.000 millones para el período, se acerca al umbral tolerante del 50% establecido en la Ley de Endeudamiento Externo, que permite flexibilidad para shocks externos pero exige vigilancia ante depreciaciones cambiarias. Comparado con pares regionales, Colombia mantiene un nivel moderado: México en 40%, Brasil en 32%, y Argentina en 90%, lo que posiciona al país como atractivo para bonos soberanos.

El informe destaca que, pese al alza, la sostenibilidad se preserva gracias a un servicio de la deuda proyectado en 25% de las exportaciones (US$50.000 millones en 2025) y un ratio de cobertura de reservas del 120%. No obstante, informes relacionados del Banco señalan que en escenarios de PIB real por debajo del 2,5% (proyección del FMI para 2025), el ratio podría superar el 50%, activando cláusulas de contingencia fiscal.

Para inversores institucionales, este umbral implica una prima de riesgo Colombia en 250 puntos básicos sobre Treasuries, con potencial de compresión si la inflación converge al 3%. El análisis formativo revela que una diversificación mayor hacia yen y euros (actualmente 70% en dólares) podría mitigar volatilidades, elevando el índice de vulnerabilidad externa (IVE) de 0,25 a niveles por debajo de 0,20.

Implicaciones macroeconómicas y perspectivas para el cierre del año

El incremento en la deuda externa refleja un balance de pagos con cuenta corriente en déficit del 3,2% del PIB, financiado por IED y remesas (US$10.000 millones anuales). El fuerte componente privado sugiere apalancamiento para inversión productiva, alineado con el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, que prioriza infraestructura en US$30.000 millones. Sin embargo, riesgos como la sequía climática y tensiones geopolíticas podrían elevar el costo de funding en 100 puntos básicos.

En el mediano plazo, el Banco de la República anticipa estabilización en 47% del PIB para diciembre de 2025, asumiendo un PIB real de 2,8% y exportaciones en alza por commodities. Para el sector financiero, estos datos respaldan una calificación crediticia estable en BB+ (S&P), con espacio para upgrades si el déficit fiscal cierra en 4%. Inversores deben considerar swaps cambiarios para hedging, dado que el 60% de la deuda es de corto plazo (menos de 5 años).

En resumen, el reporte de agosto consolida una trayectoria de endeudamiento controlado, con el privado como motor de crecimiento y el público como ancla de estabilidad. Esta dinámica fortalece la posición externa de Colombia, pero exige monitoreo de flujos para evitar presiones inflacionarias en 2026.