Lima, 4 de noviembre de 2025. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) en Perú registró una variación negativa de 0,07% en octubre de 2025, según datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esta contracción mensual refleja un entorno de estabilización de precios en la economía peruana, con una inflación acumulada de 1,08% en los primeros diez meses del año y una tasa anual de 1,29% (noviembre 2024-octubre 2025).
En un contexto regional donde las presiones inflacionarias persisten en economías vecinas, esta evolución posiciona a Perú como referente de contención de costos, respaldada por políticas monetarias conservadoras y un ciclo de desaceleración en componentes volátiles del IPC.
Comportamiento del IPC en Lima Metropolitana y contraste con meses previos
En Lima Metropolitana, el IPC descendió 0,10% en octubre, acumulando 1,15% en el año y registrando una variación anual de 1,35%. Esta cuarta tasa negativa del 2025 en la capital —inferior a la de octubre de 2024 (-0,09%) pero superior a la de 2023 (-0,32%)— evidencia una moderación sostenida en el consumo urbano. Los rubros que impulsaron esta deflación incluyen alimentos no procesados, con una caída del 0,5% en precios de verduras y frutas, atribuible a una oferta estacional abundante y cadenas de suministro eficientes post-El Niño. Adicionalmente, los precios al por mayor retrocedieron 0,08%, mientras que los de maquinaria y materiales de construcción bajaron 0,12%, reflejando una demanda industrial contenida en un PIB proyectado al 2,8% para el año.
Estos indicadores contrastan con el pico inflacionario de 2022 (8,5% anual), cuando disrupciones globales en energía y logística elevaron el núcleo del IPC por encima del 5%. La actual trayectoria dentro del rango meta del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), entre 1% y 3%, sugiere un anclaje de expectativas inflacionarias, con encuestas del BCRP indicando una percepción estable en el 2,1% para los próximos doce meses.
Mantención de la tasa de referencia en 4,25% por el BCRP
El BCRP decidió en su reunión de octubre mantener la tasa de interés de referencia en 4,25%, nivel alcanzado tras un ciclo de recortes de 525 puntos base desde septiembre de 2023. Esta postura neutral responde a la convergencia de la inflación hacia el centro del rango meta y un crecimiento económico moderado, con el PIB del tercer trimestre estimado en 2,9% interanual. La decisión equilibra el estímulo al crédito —donde el spread bancario se ha reducido al 4,8%— con la vigilancia de riesgos externos, como la volatilidad en precios de commodities mineros, que representan el 60% de las exportaciones peruanas.
Desde una perspectiva de política monetaria, esta estabilidad en la tasa facilita la transmisión a variables reales: el costo del endeudamiento corporativo se mantiene en 7,5%, fomentando inversiones en sectores no primarios como manufactura y servicios, que crecieron 3,2% en el acumulado anual. Para el inversor institucional, este entorno reduce la prima de riesgo país —actualmente en 180 puntos base sobre Treasuries— y soporta un carry trade atractivo en soles, con diferenciales de yield del 3,5% en bonos soberanos a diez años.
Récord sudamericano: 27 años consecutivos con la inflación más baja de la región
Perú extendió su récord regional al mantener la inflación más baja de Sudamérica por más de 27 años consecutivos, superando a competidores como Chile (3,2% anual) y Colombia (4,1%). Esta hegemonía, iniciada en 1998 tras la estabilización post-hiperinflación, se sustenta en un marco institucional robusto: independencia del BCRP, un régimen de metas explícitas desde 2002 y flexibilidad cambiaria que ha limitado la passthrough de depreciaciones del sol —que se fortaleció 1,2% frente al dólar en octubre— a precios internos.
El economista Fernando Cuadros, exviceministro de Empleo, proyecta un cierre anual alrededor del 2%, un nivel que contrasta con los desbordes de 2021-2023 (máximo de 8,5%). «Esto representa un cambio importante, ya que la inflación superó el límite superior del rango meta en esos años y afectó el poder adquisitivo de los trabajadores», precisó Cuadros. La contención actual preserva el salario real, con un ajuste del 4% en el salario mínimo vital que mitiga presiones salariales, manteniendo la tasa de desempleo en 6,8%.
Factores estructurales detrás de la estabilidad de precios
La deflación mensual se explica por una combinación de factores transitorios y estructurales. En el corto plazo, la normalización de suministros globales post-pandemia y una cosecha agrícola récord —con producción de papa y maíz up 15%— contuvieron el rubro alimentario, que pesa 12% en la canasta del IPC. A mediano plazo, la inversión en infraestructura —US$10.000 millones en concesiones viales y portuarias— optimiza logística, reduciendo costos de transporte en un 8% anual.
En el ámbito fiscal, el déficit se estabilizó en 2,5% del PIB, financiado por emisiones de bonos eurobonos con cupones del 5,75%, lo que evita presiones monetarias expansivas. Esta disciplina contrasta con déficits regionales superiores al 4%, contribuyendo a una calificación crediticia estable de BBB por S&P, con perspectiva positiva.
Implicaciones para inversores y la proyección económica 2026
Para el lector profesional, esta trayectoria inflacionaria implica un entorno favorable para asignaciones en renta fija peruana: bonos soberanos ofrecen un real yield del 2,8%, superior al promedio sudamericano del 1,5%, con duración media de 7 años que cubre contra ciclos globales. En equities, el índice S&P/BVL Perú General —up 12% YTD— se beneficia de múltiplos P/E de 10 veces, atractivos frente a pares regionales de 13 veces, particularmente en sectores defensivos como utilities y consumo básico.
Hacia 2026, proyecciones del BCRP anticipan una inflación anual del 2,2%, con un PIB del 3,1% impulsado por minería (cobre up 5% en precios spot) y turismo (recuperación al 95% pre-pandemia). Sin embargo, riesgos incluyen choques climáticos —con El Niño proyectado para Q2— y tensiones geopolíticas en el Pacífico, que podrían elevar importaciones energéticas en un 10%. En este marco, la política del BCRP podría incorporar recortes graduales de 25 puntos base si la inflación subyacente desciende por debajo del 1,5%, estimulando el crédito al 12% anual.
Esta estabilidad no solo ancla el poder adquisitivo —con un IPC núcleo estable en 1,8%— sino que refuerza la competitividad exportadora, donde el tipo de cambio real depreciado en 2% favorece márgenes en agroindustria. Para portafolios diversificados, Perú emerge como ancla de bajo riesgo en Latinoamérica, con un Sharpe ratio de 0,9 en fondos soberanos, superando el promedio regional de 0,6.














