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Profunda crisis en Argentina: PYMES se desploman y el consumo cae 50%

En la foto se ven banderas argentinas.

Buenos Aires, 5 de octubre de 2025 – La economía argentina, bajo el yugo de una recesión que no da tregua, empuja a miles de pequeñas y medianas empresas (PYMES) al precipicio del colapso. Según la Unión Industrial Argentina (UIA), el 36,3% de las compañías redujeron su producción en lo que va de 2025, un mazazo que se suma a la caída del consumo interno y una inflación interanual del 43,5% en mayo, la más baja en cinco años pero aún asfixiante.

En este vendaval, la voz de Sami Alonso, fundadora de Kalistas Sport –marca de indumentaria deportiva para talles grandes–, encapsula el drama colectivo: «Los últimos tres meses fueron devastadores; facturamos 50% menos». Con despidos inevitables y una campaña de verano «escueta y conservadora», Alonso no solo lucha por su supervivencia, sino por preservar un modelo de inclusión que genera impacto social en un país donde 40 firmas PYMES cierran por día, devoradas por la apertura importadora y la baja demanda.

¿Habrá algún impacto en las elecciones?

A un mes de las elecciones legislativas, el gobierno de Javier Milei admite una «crisis de confianza» que eleva el riesgo país y frena la actividad, mientras el PIB se estanca desde abril y la escasez de dólares agrava el panorama.

En un 2025 marcado por un rebote efímero en el primer trimestre seguido de estancamiento, las PYMES –que representan el 99% del tejido empresarial y el 70% del empleo formal– enfrentan un combo letal: inflación en dólares que pulveriza ahorros, salarios congelados y un consumo que se desploma un 15% interanual. La «motosierra» de Milei, que prometía milagros, amenaza con convertirse en pesadilla: 30.000 empleos perdidos en PYMES solo en 2024, con 10.000 en textiles y calzado, y una actividad industrial que no recupera niveles pre-crisis.

Caída del consumo

Para Sami Alonso, el año ha sido un calvario sostenido: «Veníamos manteniendo el flujo hasta febrero, pero todo 2025 es recesión». La congelación salarial desde la asunción de Milei en diciembre 2023 ha erosionado el poder adquisitivo, dejando a clientas sin trabajo o con sueldos estancados tras 20 años de servicio público. «El año pasado había intención de compra; hoy, directamente no», confiesa, en un mercado donde el consumo masivo cayó un 20% en el segundo trimestre, según la UIA.

Esta contracción fuerza tijeretazos dolorosos: «Tuve que recortar a la mitad del equipo; es una tristeza enorme». Kalistas, especializada en talles grandes –un nicho marginado que promueve inclusión corporal–, no solo arriesga balances: amenaza retrocesos sociales. «No es solo la empresa; es lo que genera en inclusión», advierte Alonso, cuya facturación se hundió 50% en julio-septiembre. En un sector textil que pierde 10.000 puestos al año, esta historia se replica en miles de PYMES: 40 cierres diarios por baja demanda y apertura importadora, dejando a la industria nacional en jaque.

Competencia desleal y presión fiscal

A la recesión se suma un enemigo invisible: plataformas como Shein y Temu, que inundan con publicidad agresiva y precios depredadores. «No son competencia directa por mi nicho, pero sus monstruos publicitarios nos ahogan; invertimos y competimos con gigantes», denuncia Alonso. En un mercado textil que importó US$1.200 millones en 2024 –un 25% más–, estas apps chinas capturan el 15% del e-commerce, sofocando a locales que luchan por visibilidad.

Pero el talón de Aquiles es fiscal: «En Argentina, el sistema es superregresivo; pagamos lo mismo que firmas con decenas de empleados, mientras corporaciones grandes evaden por 10 años en zonas fiscales». Esta asimetría –donde PYMES aportan 60% de recaudación pero reciben 10% de incentivos– agrava la crisis: 36,3% de reducción productiva refleja no solo demanda, sino costos impositivos que devoran márgenes. Alonso lo resume: «Movemos la economía, pero nos ahogamos solos».

Milei admite crisis

Javier Milei rompió el silencio en A24: «La actividad se desaceleró fuertemente; estamos en una crisis de confianza complicadísima». Atribuye el mal a elecciones 2025 y una oposición de «forajidos» que «rompe todo», elevando riesgo país a 1.200 puntos y tasas de interés al 50%. Sin embargo, su «plan de estabilización» –con inflación de 2,4% en febrero pero consumo en picada– ignora demandas PYMES: «Todas las políticas van en contra de lo que necesitamos», critica Alonso. «Nos dicen ‘sé competitivo’, pero ¿a qué costo? Salud mental, nadie se salva solo».

En un contexto de escasez de dólares y política electoral, Milei busca respaldo de Trump, pero el malestar social crece: protestas PYMES en Buenos Aires suman 50.000 participantes, exigiendo créditos blandos que brillan por ausencia. La percepción: un gobierno ausente que prioriza ajuste fiscal –déficit cero a costa de recesión– sobre inclusión productiva.