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Emisor modera sus mensajes frente a la inflación: BBVA Research

Foto: BBVA. Según Alejandro Reyes, economista de BBVA Research, este balance refleja la postura cautelosa del Emisor frente a un repunte inflacionario.

Bogotá, 30 de septiembre de 2025 – En un escenario de inflación persistente y crecimiento económico moderado, el Banco de la República mantuvo su tasa de intervención en 9,25% tras la reunión de septiembre, reflejando un tono conservador que prioriza la estabilidad frente a presiones inflacionarias. Paralelamente, Colombia anunció la cancelación de su Línea de Crédito Flexible (LCF) con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un movimiento que subraya la confianza en sus reservas internacionales, pero que plantea interrogantes sobre su blindaje ante riesgos externos. ¿Qué revelan estas decisiones sobre el rumbo económico del país?

Audio: Alejandro Reyes- Economista Jefe BBVA Research

Política monetaria: Cautela en un entorno inflacionario

La decisión de mantener la tasa de intervención inalterada fue respaldada por cuatro de los siete miembros de la Junta Directiva, mientras que dos abogaron por un recorte de 50 puntos básicos y uno por 25. Según Alejandro Reyes, economista jefe de BBVA Research, este balance refleja la postura cautelosa del Emisor, que enfrenta un repunte inflacionario inesperado. En agosto, la inflación escaló al 5,1% anual, impulsada por una inflación básica (sin alimentos ni regulados) que superó las proyecciones del equipo técnico, según el comunicado oficial.

El Banco revisó al alza sus pronósticos de inflación, aunque sigue esperando una convergencia al rango meta del 3% para 2026. Sin embargo, las expectativas de los analistas son menos optimistas: 5,0% para cierre de 2025 y 4,0% para 2026, ambas por encima del objetivo. Las expectativas derivadas de los TES también superan el 3%, lo que añade presión a la política monetaria.

El crecimiento económico, por su parte, muestra signos de solidez. El PIB del segundo trimestre creció un 2,5%, en línea con las previsiones, impulsado por una recuperación del consumo privado y un repunte reciente en inversión, especialmente en maquinaria y obras civiles. Este dinamismo, que contrasta con la contracción de 2023, sugiere que la economía colombiana mantiene un ritmo aceptable, aunque sectores como la agricultura (-237.000 empleos) y el comercio (-165.000) enfrentan vientos en contra, según el DANE.

Adiós al FMI: Un voto de confianza en las reservas

El segundo anuncio del día fue la cancelación del acuerdo de la LCF con el FMI, suspendido por el organismo desde abril de 2025. Aprobada en 2024 por USD 8.100 millones, la línea era un instrumento precautorio, sin desembolsos recientes, y su cancelación no altera el pago pendiente de USD 2.700 millones de un desembolso de 2020, programado para diciembre. El ministro de Hacienda y el gerente del Banco destacaron que las reservas internacionales, en USD 65,5 mil millones, son “cómodas” y eliminan la necesidad de este respaldo externo.

Esta decisión, que proyecta autonomía financiera, llega en un momento de condiciones globales más holgadas, aunque marcadas por incertidumbre en la política comercial de EE.UU. y tensiones geopolíticas. Curiosamente, el comunicado no mencionó el reciente recorte de 50 puntos básicos de la Reserva Federal, que ha aliviado presiones sobre monedas emergentes como el peso (apreciado un 5% en septiembre). En mi trayectoria, he visto cómo la salida de acuerdos con el FMI –como en México en 2019– puede reforzar la confianza de los mercados si las finanzas públicas son sólidas, pero también exponer vulnerabilidades ante shocks imprevistos.

Implicaciones: Estabilidad a Prueba de Fuego

El tono más moderado del Emisor, comparado con julio, no implica un cambio de rumbo, según BBVA Research. La cautela responde a un historial reciente de “sorpresas inflacionarias” que han elevado expectativas y complicado la convergencia al 3%. Con la tasa de usura en 24,36% para octubre y el desempleo en un mínimo histórico de 8,6%, el contexto doméstico es favorable, pero la menor participación laboral –especialmente femenina– y la informalidad en 55,7% sugieren fragilidades estructurales.

En el frente externo, la cancelación de la LCF no debería alterar los mercados, dado que era un instrumento inactivo. Las calificadoras (Moody’s, S&P) mantienen a Colombia en grado de inversión, y la deuda pública (53% del PIB) es manejable. Sin embargo, la ausencia de esta red de seguridad podría ser riesgosa si eventos como una recesión global o un repunte en precios energéticos golpean las reservas.

Perspectivas: Entre la prudencia y la oportunidad

El Banco de la República enfrenta un dilema clásico: equilibrar el control inflacionario con el estímulo al crecimiento. Con un PIB proyectado en 2,5% para 2025 y una inflación que no cede fácilmente, los recortes de tasas podrían esperar hasta 2026, salvo un enfriamiento económico inesperado.