El operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN) de Colombia, XM, ha lanzado una advertencia contundente: el país podría enfrentar un desabastecimiento energético durante la temporada de verano 2025-2026, que se extiende desde diciembre hasta mayo. La alarma se fundamenta en pronósticos que anticipan una hidrología deficitaria, reminiscentes de la situación crítica vivida entre 2015 y 2016, cuando los embalses hidroeléctricos estuvieron al borde del colapso. Según el análisis de XM, los niveles de agua en los embalses podrían arrancar este período en un 80%, una cifra que, aunque significativa, resulta insuficiente para cumplir con los estándares de confiabilidad requeridos para atender la demanda eléctrica nacional.
La preocupación no es menor si se considera que Colombia depende en un 68% de la generación hidroeléctrica, un recurso vulnerable a las fluctuaciones climáticas. XM recuerda que, para evitar un escenario de racionamiento, los embalses deben iniciar el verano con reservas superiores a las proyectadas, lo que exige una planificación estratégica desde ya, aprovechando la actual temporada de lluvias. Esta preparación incluye un incremento en el uso de plantas térmicas, que funcionan con gas, carbón y combustibles líquidos, como respaldo ante la disminución de la capacidad hidroeléctrica. Sin embargo, esta alternativa plantea otro desafío: garantizar el suministro oportuno y suficiente de estos combustibles en un contexto de logística compleja y costos elevados.
A este panorama se suma un obstáculo adicional: el retraso en la entrada en operación de nuevos proyectos de generación. Aunque se esperaba que estos aportaran capacidad adicional al sistema, XM reporta un déficit de 171 MW en el primer trimestre de 2025 respecto a lo planificado, lo que compromete la estabilidad energética a corto plazo. Estos proyectos, que incluyen iniciativas solares, eólicas e incluso térmicas, son vistos como una solución clave para diversificar la matriz energética y reducir la dependencia de los embalses, pero su lento avance genera incertidumbre.
El diagnóstico de XM también pone el foco en una brecha creciente entre la demanda energética proyectada y la energía firme disponible. Para el periodo 2024-2025, esta diferencia se estima en 1.224 GWh/año, pero escalará a 1.706 GWh/año en 2025-2026, y superará los 2.500 GWh/año en los ciclos 2026-2027 y 2027-2028. Este aumento refleja tanto el crecimiento sostenido del consumo eléctrico, impulsado por el desarrollo económico y la electrificación, como la insuficiencia de nueva capacidad instalada para compensarlo.
Ante este escenario, XM insta a las autoridades y al sector privado a tomar medidas inmediatas. Entre las propuestas están acelerar los proyectos de generación en curso, optimizar la infraestructura de transmisión y fortalecer la coordinación para el abastecimiento de combustibles térmicos. La incertidumbre climática, agravada por fenómenos como El Niño, y los retrasos en la expansión energética colocan a Colombia en una posición vulnerable. La advertencia de XM no solo es un llamado a la acción, sino un recordatorio de la necesidad de un sistema energético más resiliente y diversificado para enfrentar los retos del futuro inmediato.
