Medellín se consolidó como la ciudad con la menor tasa de desempleo en Colombia en febrero de 2025, registrando un 7,3%, según los datos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Este indicador, que refleja una reducción significativa desde el 9,9% reportado hace un año, posiciona a la capital antioqueña como un referente de recuperación económica y dinamismo laboral en el país. En el mismo periodo, la tasa nacional de desempleo descendió al 10,3%, 1,3 puntos porcentuales menos que el 11,7% de febrero de 2024, con una disminución de 267.000 personas desocupadas a nivel nacional.
Indicadores clave: participación, ocupación y desocupación
En Medellín, la tasa global de participación alcanzó el 65,6%, reflejando un alto nivel de involucramiento de la población en el mercado laboral. La tasa de ocupación se situó en 60,8%, mientras que la desocupación cayó al 7,3%, evidenciando una mejora sustancial en la generación de empleo. A nivel nacional, la población ocupada creció en 977.000 personas respecto al año anterior, y en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas la tasa de desempleo bajó del 11,6% al 9,8%. Sin embargo, Medellín superó ampliamente estos promedios, destacándose frente a ciudades como Villavicencio (8,8%) y Neiva (9,1%), mientras que Quibdó (34,5%), Riohacha (18,4%) y Florencia (15,6%) registraron las tasas más altas.
Sectores que impulsan el empleo en Medellín
El crecimiento del empleo en Medellín estuvo liderado por ramas específicas que mostraron un desempeño sobresaliente. El sector de alojamiento y servicios de comida fue el motor principal, con un aumento del 40,6% en el número de ocupados, aportando 2,2 puntos porcentuales a la reducción del desempleo. Este auge refleja la fortaleza del turismo y la gastronomía en la ciudad, sectores que han ganado relevancia en los últimos años. En segundo lugar, administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana crecieron un 17%, contribuyendo con 1,2 puntos porcentuales, lo que subraya la importancia de los servicios esenciales en la economía local.
El tercer lugar lo ocupó comercio y reparación de vehículos , con un incremento del 5,8% y un aporte de 1,2 puntos porcentuales, consolidando a Medellín como un hub comercial dinámico. Sin embargo, no todos los sectores mostraron resultados positivos: la industria fabricante se contrajo un 4%, restando 0,7 puntos porcentuales, y las actividades artísticas, entretenimiento, recreación y otros servicios disminuyeron un 2,7%, con un impacto negativo de 0,2 puntos porcentuales. Estas caídas reflejan desafíos en áreas más sensibles a la coyuntura económica.
Un modelo de resiliencia regional
A nivel nacional, la construcción lideró el crecimiento con 219.000 nuevos ocupados, seguida por administración pública, defensa, educación y salud (218.000), aunque en Medellín el enfoque en alojamiento, servicios y comercio marcó la diferencia. La reducción de la brecha de género en el desempleo, más notable en hombres (1,5 puntos porcentuales), también se reflejó en la ciudad, alineándose con políticas inclusivas que han fortalecido su mercado laboral.
La tasa de desempleo del 7,3% no solo posiciona a Medellín como líder entre las principales ciudades colombianas, sino que también la convierte en un modelo de resiliencia y oportunidad. Mientras el país celebra un aumento de casi un millón de ocupados y una disminución de desocupados, la capital antioqueña destaca por su capacidad para superar las expectativas, impulsada por sectores estratégicos como el turismo y los servicios públicos. Frente a ciudades como Quibdó, con tasas superiores al 30%, Medellín demuestra que políticas locales efectivas y un tejido empresarial sólido pueden marcar la diferencia.
Oportunidades y retos por delante
Este desempeño laboral refuerza la reputación de Medellín como un motor económico del país, ofreciendo un entorno favorable para la inversión y el desarrollo. Sin embargo, las caídas en la industria manufacturera y las actividades artísticas sugieren la necesidad de estrategias específicas para diversificar el crecimiento y apoyar a los sectores rezagados. Para los habitantes de la ciudad, esta tasa de 7,3% es un reflejo tangible del progreso, consolidando a Medellín como un faro de esperanza y un ejemplo a seguir en la lucha contra el desempleo en Colombia.