En julio la inflación alcanzó una variación anual de dos dígitos de 10,21% y una variación mensual de 0,81%, ubicándose por encima de las expectativas de los analistas (promedio de 0,53% en variación mensual de acuerdo a la encuesta del Banco de la República) y de BBVA Research.
Según Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia, la inflación de alimentos alcanzó una variación mensual de 1,1%, muy por encima de su promedio histórico prepandemia de 0,02%, lo que en términos anuales llevó al dato a ubicarse en 24,6%, con una aceleración de 96 puntos básicos.
Este efecto se asocia a una continuidad de presiones en perecederos y en productos procesados. La normalización de los precios en prendas de vestir y calzado luego del día sin IVA en junio llevó a incrementos de 3,6% en la variación mensual de esta división, con lo que contribuyó en 12 puntos básicos al resultado final, en línea con nuestras expectativas.
La aceleración de la inflación básica también estuvo asociada a las presiones en bienes y servicios regulados, con el incremento en la división de arrendamiento y servicios, protagonizada por las alzas en energía eléctrica, y en transporte tras el incremento en combustibles y los altos precios de los vehículos.
Se espera una moderación muy gradual de los costos de producción a lo largo del segundo semestre y algunos efectos de base que ayudarán a que se diezme la inflación.
El resultado actual podría implicar un cierre de inflación por encima del 9,2%. Así, en lo que resta del año continuaría en niveles elevados cercanos al 10%.
Escucha el análisis de Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia, sobre el dato de inflación presentado por el Dane:
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