Bogotá, 3 de diciembre de 2025. La Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) proyecta que las exportaciones colombianas finalizarán 2025 por debajo de la barrera simbólica de los US$50.000 millones y que 2026 será un año de mayor dificultad para superar dicho nivel.
El diagnóstico apunta a un deterioro estructural de la balanza comercial, derivado de la combinación de menor ritmo exportador y crecimiento sostenido de las importaciones.
Factores que presionan las ventas externas
El presidente ejecutivo de Analdex, Javier Díaz Molina, identificó dos variables de alto impacto:
- Continuidad de la caída de las exportaciones minero-energéticas, derivada de la política de transición energética del actual Gobierno y la restricción progresiva de nuevos contratos de exploración y producción de hidrocarburos.
- Normalización a la baja del ciclo cafetero: tras un 2025 histórico en volumen y precio, 2026 registrará menor producción por efecto bienal y precios internacionales menos favorables.
Estas dos categorías –que en conjunto representan cerca del 55 % de las exportaciones totales– explican la mayor parte de la contracción esperada.
Balanza comercial y aporte al PIB
El menor dinamismo exportador, combinado con importaciones que mantienen tasas positivas –impulsadas por la recuperación del consumo interno y la reposición de inventarios–, generará un déficit comercial más amplio en 2026. En consecuencia, el aporte neto del sector externo al crecimiento del PIB será negativo o marginal, en un contexto donde la economía requerirá mayor tracción externa para consolidar la recuperación.
Escenarios positivos parciales
Los productos agropecuarios, flores, frutas y alimentos procesados seguirán actuando como contrapeso, con desempeño estable o ligeramente positivo. La celebración del Mundial de Fútbol 2026 en Estados Unidos, Canadá y México podría generar un impulso adicional en la demanda de ciertos bienes y servicios colombianos, aunque su efecto será limitado y concentrado en segmentos específicos.
Las seis prioridades que deja Analdex al próximo Gobierno
En su balance de fin de año, la Asociación enumeró las tareas estructurales que deberá asumir la administración que inicie funciones en agosto de 2026:
- Restablecimiento inmediato del diálogo público-privado y construcción de una hoja de ruta conjunta de comercio exterior con énfasis regional.
- Definición y ejecución rápida de una política comercial clara, centrada en diversificación de productos, mercados y empresas exportadoras, junto con una estrategia agresiva de atracción de inversión extranjera directa orientada a plataforma exportadora.
- Implementación del nuevo régimen sancionatorio aduanero (a sancionarse antes del 20 de junio de 2026) que diferencie efectivamente el error involuntario del fraude deliberado, con participación activa de la Dian y el sector privado.
- Avance decidido en infraestructura logística y multimodal, culminación de proyectos 4G pendientes y flexibilización del mecanismo SICE-TAC para reducir costos sistémicos.
- Garantía de seguridad jurídica y física: eliminación de bloqueos viales recurrentes y estabilización del marco normativo para inversiones de largo plazo.
- Integración efectiva de criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica en las cadenas de valor exportadoras, como requisito de competitividad en mercados desarrollados.
Implicaciones macroeconómicas y cambiarias
La debilidad exportadora prolongada mantendrá la presión depreciatoria sobre el peso colombiano y limitará el espacio para una reducción más agresiva de tasas de interés por parte del Banco de la República. En un escenario base, la tasa de cambio promedio podría estabilizarse por encima de los $4.400-$4.600 durante 2026, nivel que encarece adicionalmente las importaciones de bienes de capital y materias primas.
El diagnóstico de Analdex confirma que, sin correcciones de fondo en política comercial, logística y seguridad jurídica, Colombia transitará de una fase de recuperación cíclica de exportaciones (2023-2025) a un periodo de estancamiento estructural que comprometerá el crecimiento potencial y la estabilidad macroeconómica en el mediano plazo.













