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Rionegro invierte $1.500 millones para asegurar alimenación receso escolar

Rionegro, Antioquia, 25 de septiembre de 2025 – En un esfuerzo sin precedentes por garantizar la seguridad alimentaria de su niñez y juventud, la Administración Municipal de Rionegro ha iniciado la entrega del Paquete Alimentario Vacacional correspondiente a octubre, beneficiando a cerca de 16.000 estudiantes de instituciones educativas oficiales durante la semana de receso escolar. Con una inversión de 1.500 millones de pesos, financiada al 100% con recursos propios, Rionegro se consolida como un referente nacional en políticas educativas integrales, asegurando nutrición balanceada los 365 días del año y marcando un hito en el Oriente antioqueño, donde el municipio aporta el 15% al PIB departamental, según el DANE.

La estrategia, liderada por la Secretaría de Educación, no solo busca mantener la permanencia escolar –que en Rionegro alcanza el 95%, superando el promedio nacional del 92%–, sino también dinamizar la economía local mediante la generación de empleo y la compra de productos de alta calidad. En un contexto donde el 22% de los niños colombianos enfrenta inseguridad alimentaria moderada, según el Programa Mundial de Alimentos, esta iniciativa refuerza el compromiso de la administración con el bienestar integral, un pilar clave de la «Ciudad del Bienestar» impulsada por el alcalde Jorge Humberto Rivas Urrea.

Logística impecable: 10 días de distribución para una cobertura total

El operativo, que se extenderá hasta el 3 de octubre, contempla una distribución escalonada: cinco días en la zona urbana y cinco en la rural, garantizando que los 16.000 beneficiarios, desde preescolar hasta secundaria, reciban sus paquetes alimentarios. Ejecutado por el operador Nutriceres, el programa asegura productos nutritivos que cumplen con estándares del Ministerio de Salud, incluyendo cereales, lácteos, frutas y proteínas de alto valor biológico. Esta logística, que abarca las 22 instituciones educativas oficiales del municipio, refleja una planificación meticulosa para llegar a las 150.000 hectáreas de Rionegro, incluyendo veredas remotas como Fontibón y El Capiro, donde la pobreza multidimensional aún afecta al 10% de las familias, según el Departamento de Prosperidad Social.

La inversión de 1.500 millones de pesos no solo asegura calorías: fortalece el tejido social. Cada paquete, diseñado para cubrir las necesidades nutricionales durante el receso, reduce la presión económica sobre hogares vulnerables, donde el costo de la canasta básica supera los 1,2 millones de pesos mensuales. Además, el programa genera un impacto económico indirecto al emplear a 150 personas en la cadena de distribución y priorizar proveedores locales, inyectando liquidez en un municipio donde el comercio y la agricultura familiar representan el 30% del empleo, per datos de la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño.

Un modelo único: Financiación propia y enfoque en permanencia escolar

Rionegro se distingue como el único municipio del país que financia este programa alimentario exclusivamente con recursos propios, un logro que resalta la solidez fiscal de una localidad con un presupuesto anual de $800 mil millones y un superávit operativo del 5% en 2024, según la Contraloría Municipal. Este modelo contrasta con el Programa de Alimentación Escolar (PAE) nacional, que depende en un 70% de transferencias del Gobierno central y ha enfrentado críticas por interrupciones en 15 departamentos, según auditorías de la Contraloría General en 2025.

«El Paquete Alimentario Vacacional es más que una entrega; es una apuesta por la equidad y el desarrollo académico. Garantizamos que ningún estudiante se quede atrás por falta de nutrición», afirmó la secretaria de Educación, Ana María Londoño, en diálogo con este medio. La permanencia escolar, un desafío en zonas rurales donde la deserción alcanza el 8% (DANE), se ve fortalecida por esta iniciativa, que complementa otros programas de la administración como becas educativas –que beneficiaron a 2.000 estudiantes en 2024– y la modernización de infraestructura escolar, con $50 mil millones invertidos en los últimos dos años.

Económicamente, el impacto trasciende lo inmediato. Estudios del Banco de la República estiman que cada peso invertido en nutrición escolar genera un retorno de 1,5 pesos en productividad futura, al mejorar la capacidad cognitiva y reducir enfermedades asociadas a la malnutrición. En Rionegro, donde el 40% de los estudiantes proviene de hogares de estratos 1 y 2, esta inversión es un amortiguador contra la desigualdad, que aún marca una brecha de ingresos del 20% entre el casco urbano y las veredas.

Más allá de la comida: Un compromiso con el bienestar integral

El programa no solo entrega alimentos; construye futuro. Al garantizar nutrición durante el receso, Rionegro evita que los estudiantes pierdan los beneficios de una dieta balanceada, crucial en etapas de crecimiento donde el déficit calórico puede reducir el rendimiento académico en un 15%, según la Universidad de Antioquia. Además, la iniciativa fortalece la confianza de las familias en el sistema educativo, un factor clave en un municipio donde el 12% de la población es menor de 15 años, per proyecciones del DANE.

La «Ciudad del Bienestar», bandera de la administración Rivas, encuentra en este programa un pilar estratégico. No es solo comida: es una inversión en capital humano que alinea a Rionegro con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente elODS 2 (Hambre Cero) y el ODS 4 (Educación de Calidad). La vinculación de Nutriceres, un operador con experiencia en 10 municipios antioqueños, asegura calidad y transparencia, mitigando riesgos de corrupción que han plagado programas similares en otras regiones.

Retos y proyecciones: Hacia un modelo replicable

A pesar del éxito, persisten desafíos. La dispersión geográfica de Rionegro –con 60% de su territorio en zonas rurales– encarece la logística, y la inflación alimentaria, que ronda el 6% en 2025, presiona los costos. Sin embargo, la administración planea escalar el programa en 2026, integrando tecnología para monitoreo en tiempo real de entregas y explorando alianzas con el sector privado, como el Parque Tecnológico del Café, que podría financiar 500 paquetes adicionales.

La comunidad ha respondido con entusiasmo: en redes sociales, padres de familia y líderes comunales destacan el impacto del programa, con hashtags como #RionegroNutre trending localmente. «Esto no solo ayuda a nuestros hijos, sino que nos da tranquilidad como padres», comentó María Ospina, madre de dos estudiantes de la Institución Educativa El Porvenir, en un grupo de WhatsApp vecinal.