Medellín, 24 de septiembre de 2025 – En un desenlace que alivia la tensión en el sector minero colombiano, Aris Mining Corporation confirmó este miércoles el rescate exitoso de los 23 trabajadores atrapados bajo tierra tras el colapso de un pozo en la mina La Reliquia, ubicada en el departamento de Antioquia. El incidente, ocurrido el lunes 22 de septiembre de 2025, no dejó víctimas fatales ni heridos graves, gracias a una respuesta rápida coordinada por la Brigada de Prevención y Control de Emergencias de la compañía. Entre los rescatados figuraban cinco empleados directos de Aris Mining, quienes realizaban una revisión mensual rutinaria de las operaciones en esta mina asociada.
El CEO de Aris Mining, Neil Woodyer, expresó su alivio en un comunicado oficial: “Estamos aliviados y agradecidos de que todos los trabajadores estén ahora a salvo en superficie. Felicito a nuestro equipo de rescate y a la fuerza laboral de La Reliquia por su profesionalismo, dedicación y rápida respuesta. También agradecemos a las familias y a la comunidad local por su paciencia y confianza durante este difícil momento”.
El incidente: Un colapso rápido pero controlado
La Reliquia, una operación de terceros formalizada dentro del título minero Segovia de Aris Mining –pero fuera de su infraestructura principal–, sufrió el derrumbe en su eje principal de acceso alrededor de las 10:00 a.m. del lunes. Los 23 mineros, equipados con suministros de comida, agua y ventilación, quedaron aislados a unos 200 metros de profundidad, pero mantuvieron comunicación constante con la superficie. Inicialmente, Aris Mining estimó un rescate en menos de 24 horas, un plazo que se cumplió con creces gracias a la intervención inmediata de su brigada especializada, apoyada por personal técnico y contratistas.
La mina, asociada a las operaciones de Segovia desde 2014, cuenta con unos 60 empleados y aporta una fracción modesta de mineral al molino central de la región, que procesa oro de alta ley. Afortunadamente, el colapso no interrumpió las actividades regulares en Segovia, donde la producción se mantiene en torno a las 500.000 onzas de oro anuales proyectadas para 2026, impulsadas por la reciente puesta en marcha de un segundo molino en junio de 2025. Este incidente resalta, sin embargo, los riesgos inherentes de la minería subterránea en Colombia, un país que produce el 2% del oro mundial pero enfrenta desafíos como inestabilidad geológica y formalización incompleta de minas artesanales.
Aris Mining: De la adquisición a la expansión en Colombia
Aris Mining, formada en 2022 a partir de la fusión de Minesa y GCM Mining, se ha consolidado como un productor de oro enfocado en América Latina, con operaciones principales en Colombia y Guyana. La compañía, que cotiza en la Bolsa de Toronto y la NYSE Americana, opera dos minas subterráneas clave: las Operaciones Segovia y el Complejo Marmato, que juntas produjeron 210.955 onzas de oro en 2024. Con expansiones en marcha –incluyendo la Zona de Minería a Granel en Marmato, que ramp-up en la segunda mitad de 2026–, Aris apunta a superar las 500.000 onzas anuales, un crecimiento que ha impulsado su capitalización bursátil por encima de los 1.200 millones de dólares canadienses.
La adquisición de activos en Segovia, incluyendo asociaciones como La Reliquia, ha sido estratégica para diversificar su portafolio y mitigar riesgos. Sin embargo, eventos como este colapso –el primero de magnitud en sus operaciones desde 2023– ponen a prueba su protocolo de seguridad. Aris Mining invirtió 15 millones de dólares en 2025 en entrenamiento y equipos de emergencia, un 20% más que en 2024, según su reporte anual. El incidente no alteró la guía de producción para el año, pero podría catalizar revisiones regulatorias por parte de la ANM, que ha endurecido inspecciones tras una serie de derrumbes en minas informales.
En el mercado, las acciones de ARIS subieron un 2,5% en la sesión posterior al anuncio del rescate, reflejando confianza en la gestión de crisis de la compañía.
Lecciones para la minería colombiana
Este rescate exitoso no solo salva vidas, sino que refuerza la narrativa de profesionalismo en una industria plagada de informalidad: el 80% de las minas de oro en Colombia operan sin permisos plenos, según la ANM, lo que eleva riesgos de accidentes. Para Aris Mining, que enfatiza la «excelencia operativa y gobernanza corporativa», el evento valida su enfoque: comunicación transparente con familias –informadas de inmediato– y colaboración comunitaria en Segovia, una región minera histórica con tensiones sociales por impacto ambiental.
A futuro, el incidente podría acelerar alianzas con el gobierno para formalizar socios como La Reliquia, alineándose con la Política Minera Nacional 2050, que prioriza seguridad y transición verde. Mientras Colombia busca equilibrar exportaciones auríferas (US$4.000 millones en 2024) con protección laboral, casos como este destacan que la inversión en protocolos no es un costo, sino un activo. Aris Mining, con su equipo experimentado, emerge fortalecida: un recordatorio de que en las profundidades de la tierra, la preparación salva no solo mineros, sino reputaciones y mercados.














