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Cancelaciones masivas de vuelos en EE.UU. por shutdown gubernamental escalan a 1.500 diarias

Foto: Canva. Las aerolíneas estadounidenses registraron más de 1.500 cancelaciones de vuelos, marcando el cuarto día consecutivo con interrupciones.

Whasington, 10 de noviembre de 2025. Las aerolíneas estadounidenses registraron más de 1.500 cancelaciones de vuelos, marcando el cuarto día consecutivo con interrupciones superiores a las 1.000 operaciones, según datos de FlightAware. Esta cifra, que incluye 1.400 retrasos adicionales, se suma a las 2.950 cancelaciones del domingo —el peor registro desde el inicio del shutdown federal el 1 de octubre—, afectando a más de 10.800 vuelos y generando disrupciones en el 25% de la programación nacional. En un sector que transportó 900 millones de pasajeros en 2024, según la FAA, estas anomalías operativas no solo erosionan la confianza del consumidor, sino que imponen presiones financieras acumuladas estimadas en 2.000 millones de dólares semanales, equivalentes al 0,5% de los ingresos consolidados de las principales aerolíneas.

Para inversionistas en transporte aéreo, este episodio resalta la vulnerabilidad de un mercado oligopólico —dominados por Delta, United y American Airlines— a shocks regulatorios y laborales. Con un retorno sobre capital invertido (ROIC) promedio del 8,2% en el tercer trimestre de 2025, per informes de la IATA, las cancelaciones podrían comprimir márgenes operativos en un 3-5% trimestral, exacerbando la dependencia de subsidios federales y hedging de combustible en un contexto de precios del crudo Brent estables en 82 dólares por barril.

Dinámica operativa: del shutdown a la tormenta invernal

El shutdown federal, que alcanza los 40 días —récord histórico superando el de 2018-2019—, ha derivado en escasez crónica de controladores aéreos, con más de 1.800 empleados federales sin remuneración desde octubre. La FAA, en respuesta, suspendió el tráfico de aviación general en 12 aeropuertos clave, incluyendo Chicago O’Hare (ORD) y Reagan Washington National (DCA), citando insuficiencias en personal de torre. Esta medida, anunciada el domingo, se solapa con una tormenta invernal que azotó el Medio Oeste, retrasando 40% de las salidas en ORD y contribuyendo a un efecto dominó en rutas transcontinentales.

Las aerolíneas, obligadas por la FAA a recortar el 4% de vuelos diarios desde el viernes en 40 aeropuertos principales, escalarán estas reducciones al 6% este martes y al 10% el 14 de noviembre, priorizando seguridad sobre volumen. Delta Air Lines, con una cuota de mercado del 18%, reportó 450 cancelaciones el lunes, mientras United y American acumularon 380 y 350, respectivamente. Estos ajustes, aunque temporales, interrumpen flujos de caja en un sector donde el costo variable por vuelo asciende a 5.000 dólares, según estimaciones de la Airlines for America (A4A).

Analíticamente, para profesionales del sector logístico, esta confluencia de factores —laboral, climático y regulatorio— ilustra un riesgo sistémico: la aviación general, que representa el 20% del tráfico en aeropuertos secundarios, amplifica congestiones en hubs, elevando costos de reacomodación en 150 dólares por pasajero en promedio.

Respuesta legislativa y perspectivas de resolución

El Senado aprobó a última hora del domingo un proyecto de ley para finalizar el shutdown, impulsado por presiones bipartidistas ante el impacto económico acumulado de 18.000 millones de dólares en salarios no pagados a empleados federales. Sin embargo, la implementación depende de la Cámara de Representantes, donde divisiones presupuestarias podrían extender la parálisis una semana adicional. El secretario de Transporte, Sean Duffy, condicionó la reversión de recortes de vuelos a mejoras en dotación de controladores y métricas de seguridad: «Lo primero que quiero es que mejore la dotación de personal de control del tráfico aéreo y los datos sobre seguridad».

Esta incertidumbre regulatoria genera volatilidad en acciones del sector: Delta cayó 2,1% el lunes, mientras el ETF de aerolíneas (JETS) retrocedió 1,8%, reflejando aversión al riesgo en un S&P 500 plano. La A4A estima que cada día de shutdown cuesta 500 millones de dólares al PIB aéreo, con repercusiones en cadenas de suministro dependientes del transporte rápido, como e-commerce y manufactura ligera.

Desde una perspectiva formativa, inversionistas deben monitorear indicadores como la tasa de ocupación de asientos (load factor), que descendió al 82% en octubre —frente al 85% histórico—, y el índice de retrasos de la FAA, que superó el 25% semanal. Estrategias de cobertura, como swaps de capacidad, podrían mitigar exposiciones, pero la prolongación del shutdown podría erosionar el crédito de aerolíneas con ratios deuda/EBITDA superiores a 4x.

Implicaciones macroeconómicas: turismo y consumo en riesgo

El impacto trasciende la aviación: el turismo doméstico, que generó 1,1 billones de dólares en 2024, enfrenta contracciones del 5-7% en reservas para noviembre, según datos preliminares de la U.S. Travel Association. Chicago, epicentro de la tormenta, reporta pérdidas de 200 millones de dólares semanales en hotelería y eventos, mientras rutas clave como Nueva York-Los Ángeles acumulan 15.000 pasajeros varados. A nivel nacional, el consumo discrecional —que impulsa el 70% del PIB— podría desacelerarse 0,2 puntos porcentuales en el cuarto trimestre, per proyecciones del Fed de Atlanta.

En el ámbito global, el shutdown afecta rutas internacionales: aerolíneas como LATAM y Avianca, con hubs en Miami, enfrentan disrupciones en el 10% de sus vuelos transatlánticos, elevando costos de combustible en un 2% por desvíos. Para fondos soberanos y ETF expuestos al sector, este evento resalta la necesidad de diversificación geográfica: el 60% de las aerolíneas globales reportan ROIC positivos en 2025, pero EE.UU. concentra el 40% de la capitalización bursátil.

La FAA, con un presupuesto de 18.000 millones de dólares anuales, prioriza la repatriación de personal no esencial, pero la escasez estructural —con 3.000 controladores jubilados en la última década— demanda inversiones de 1.500 millones en formación, según un informe de GAO de 2024. Duffy anticipa estabilización para mediados de noviembre, condicionada a la aprobación presupuestaria.

Perspectivas de recuperación y lecciones para inversionistas

La resolución del shutdown podría restaurar el 90% de la programación en 72 horas, pero secuelas como reembolsos pendientes —estimados en 800 millones de dólares— presionarán balances. Aerolíneas como Southwest, con menor exposición a hubs afectados, podrían ganar cuota de mercado en un 2%, beneficiándose de su modelo low-cost.

Para lectores orientados a inversiones, este caso formativo subraya la sensibilidad del sector a riesgos políticos: un índice de volatilidad implícita (VIX) por encima de 20 en noviembre podría correlacionarse con caídas del 5% en acciones aéreas. Recomendaciones incluyen posiciones en derivados de capacidad y monitoreo de load factors mensuales, priorizando carriers con hedges robustos ante un petróleo volátil.

En síntesis, las cancelaciones masivas por shutdown configuran un test de resiliencia para la aviación estadounidense, con costos operativos que reverberan en la economía más amplia. La pronta resolución legislativa es clave para mitigar daños, pero persisten interrogantes sobre la capacidad institucional de la FAA en un ciclo de crecimiento moderado del 2,4% para el PIB en 2025.