Buenos Aires, 19 de septiembre de 2025 – El peso argentino aceleró su derrumbe este viernes, perforando el techo de la banda de flotación establecida por el gobierno de Javier Milei y obligando al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a intervenir con una venta masiva de reservas por US$432 millones en solo dos días. En el Banco Nación, la mayor entidad pública del país, el dólar abrió cotizando a 1.515 pesos, un salto del 2,5% respecto al cierre del jueves y el mayor en tres meses, en medio de una volatilidad que refleja la creciente incertidumbre política a menos de un mes de las legislativas nacionales de medio término del 26 de octubre. Esta es la primera intervención directa del BCRA en cinco meses, tras un período de relativa estabilidad que Milei había vendido como logro de su ajuste fiscal ultraliberal.
La intervención del BCRA, iniciada el miércoles tras tocar el límite superior de la banda, contrasta con las restricciones impuestas por el acuerdo con el FMI, que hasta ahora obligaba al gobierno a operar solo vía Tesoro Nacional en intervenciones previas. En las semanas anteriores, el Ejecutivo había inyectado divisas indirectamente para contener presiones, pero el derrumbe de este viernes –impulsado por ventas especulativas y fuga de capitales estimada en US$1.000 millones semanales, según analistas de JP Morgan– forzó la mano del Central. Con reservas netas en US$8.500 millones (el nivel más bajo desde 2002), el BCRA enfrenta un dilema: defender el crawling peg del 2% mensual o arriesgar una devaluación abrupta que dispare la inflación, ya en 6% mensual. «El peso está sobrevaluado en un 30% en términos reales», advierte un informe de la consultora Elypsis, que proyecta un dólar paralelo (blue) saltando a 1.800 pesos si no hay anuncios de ajuste cambiario antes de las elecciones.
Intervención forzada: De cinco meses de calma a US$432 millones quemados
El episodio marca un quiebre en la estrategia cambiaria de Milei, quien desde diciembre 2023 ha priorizado la acumulación de reservas para negociar con el FMI y atraer inversiones. Tras cinco meses sin tocar el mercado de cambios –un récord en la era post-convertibilidad–, el BCRA vendió US$250 millones el miércoles y US$182 millones este viernes, estabilizando la cotización oficial en 1.510 pesos al cierre. Caputo, en su intervención televisiva, defendió la rigidez: «El programa es el ancla de la estabilidad; cualquier desviación sería un error fatal». Sin embargo, críticos como el economista Roberto Cachanosky cuestionan la sostenibilidad: «Con reservas al límite y elecciones encima, esto es un parche; el FMI exige superávit fiscal, pero la política interna lo complica todo».
El acuerdo con el FMI de abril, que inyectó US$4.700 millones iniciales y desbloqueó US$20.000 millones en total, condiciona las intervenciones a que el tipo de cambio roce el techo de la banda, explicando las operaciones previas vía Tesoro. En julio y agosto, el gobierno gastó US$300 millones de fondos soberanos para calmar mercados, pero la presión electoral –con encuestas de Poliarquía mostrando un 55% de rechazo a Milei– ha avivado la especulación. El dólar MEP (financiero) escaló a 1.520 pesos, un 3% interdiario, reflejando la brecha del 5% con el oficial y un riesgo país en 1.800 puntos básicos, el más alto de la región, per JPMorgan.
Crisis política: Derrota en Buenos Aires y el fantasma de las legislativas
El derrumbe monetario no es aislado; es el reflejo del peor momento político de Milei desde su asunción. El 7 de septiembre, La Libertad Avanza sufrió una estrepitosa derrota en las legislativas provinciales de Buenos Aires –la más poblada, con 40% del padrón nacional–, donde el peronismo opositor arrasó con el 52% de los votos, según datos de la Justicia Electoral. Esta pérdida complica aún más la minoría oficialista en el Congreso nacional (solo 38 diputados de 257), donde la semana pasada Milei vio vetada su objeción a una ley que aumenta fondos para discapacitados, un revés simbólico para su narrativa de «austeridad sin anestesia».
A esto se suma un escándalo de corrupción en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que implica a Karina Milei –hermana del presidente y secretaria general de la Presidencia–, con denuncias de malversación de fondos por US$10 millones, según la fiscalía federal. La oposición, liderada por Unión por la Patria, prepara un interpelación al ministro Caputo la próxima semana, potencialmente paralizando reformas clave como la desregulación laboral. Con las legislativas del 26 de octubre en el horizonte –que renovarán la mitad de Diputados y un tercio de Senadores–, Milei necesita al menos 15 escaños para avanzar su agenda, pero sondeos de Synopsis indican un empate técnico con el peronismo (35% vs. 34%). «La volatilidad cambiaria es un termómetro de la fragilidad política; sin mayoría, el ajuste se estanca», analiza el Centro de Estudios Económicos Orlando Ferreres.
Implicaciones económicas
La defensa del peso busca preservar el único logro visible de Milei: la desaceleración inflacionaria, de 25% mensual en diciembre 2023 a 4,2% en agosto 2025. Sin embargo, una devaluación forzada podría recalentarla al 8-10%, erosionando el poder adquisitivo de 15 millones de argentinos en pobreza (45% de la población, per INDEC). El FMI, que revisará el programa en noviembre, ha elogiado el superávit fiscal primario (1,5% del PIB), pero advierte sobre «riesgos cambiarios» en su último informe. Con exportaciones estancadas en US$80.000 millones anuales por sequía y caída de commodities, y una deuda externa de US$400.000 millones, Argentina necesita US$5.000 millones en desembolsos del FMI para cerrar 2025 sin default.
Para inversionistas, el panorama es mixto: bonos soberanos subieron 2% este viernes por la intervención, pero el riesgo país persiste alto. Analistas de Goldman Sachs proyectan un dólar oficial en 1.600 pesos para fin de año si Milei no gana terreno electoral, con un impacto en el MSCI Argentina de -5%. En X, el debate arde: hashtags como #MileiEnCrisis acumulan 50.000 menciones, con economistas como @DarioEpstein alertando de «un septiembre negro» si no hay anuncio de recortes.
