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BROCHA: la plataforma colombiana que revoluciona el mercado del arte en AL con blockchain

En un momento donde el mercado del arte en América Latina busca mayor equidad y transparencia, la plataforma BROCHA, liderada por la artista colombiana Sara Alarcón, emerge como una solución disruptiva que redefine el negocio artístico a través de blockchain. Esta iniciativa, cuyo nombre significa Beautiful Rebellious Order of Champions for Higher Art (BROCHA), es un entorno creativo que empodera a los artistas al garantizar autenticidad, regalías sostenibles y conexión directa con su público, eliminando intermediarios que encarecen el sector.

El debut de este proyecto coincide con el reconocimiento de Alarcón como la única artista premiada en el evento “Mujeres que Brillan” del TechFem de Ruta N de Medellín, un galardón que destaca su liderazgo en la intersección de arte, tecnología y economía creativa. “Esta plataforma no solo protege la obra del creador, sino que transforma el modelo de negocio del arte, haciéndolo más inclusivo y rentable,” afirmó Alarcón.

Blockchain: transparencia y rentabilidad garantizadas

El sistema utiliza blockchain para certificar la autenticidad y procedencia de las obras, un avance crucial en un mercado donde la falsificación genera pérdidas globales de hasta US$6.000 millones anuales, según Deloitte (2024). Mediante contratos inteligentes, los artistas reciben regalías automáticas de hasta un 10% por cada reventa, asegurando ingresos sostenibles. Este modelo contrasta con el mercado tradicional, donde las galerías absorben entre el 40% y 50% de las ventas, según Art Basel.

La tecnología también reduce costos transaccionales al eliminar intermediarios, un factor clave en América Latina, donde el comercio electrónico de arte creció un 25% en 2024, alcanzando US$120 millones, según Bloomberg Línea. A diferencia de marketplaces como OpenSea, con comisiones del 2,5% por transacción, este entorno ofrece “lazy minting”, donde los compradores asumen los costos de registro en blockchain, incentivando la participación de creadores emergentes.

Un modelo descentralizado para el arte

BROCHA combina comercio digital con experiencias físicas, llevando el arte a espacios como plazas, cafés y barrios, rompiendo con la exclusividad de las galerías. Los artistas pueden vender obras, ofrecer suscripciones, clases virtuales y contenido exclusivo, diversificando sus ingresos sin depender de algoritmos de redes sociales. En América Latina, donde el 60% de los artistas ganan menos de un salario mínimo, según el DANE (2024), este enfoque representa una oportunidad para la sostenibilidad económica.

Además, la iniciativa fomenta la profesionalización con herramientas de gestión de marca y marketing digital. En un continente donde solo el 30% de los artistas exhibidos en galerías son mujeres, según la Universidad de los Andes (2023), este espacio creativo prioriza la inclusión, atrayendo a creadores de comunidades marginadas y fortaleciendo la economía creativa, que aporta el 3% al PIB regional, según la Unesco.

Oportunidades en un mercado en auge

El potencial de este proyecto es significativo en un mercado del arte digital en expansión. En 2025, el comercio electrónico en América Latina alcanzará US$709.000 millones, según EBANX, con el arte digital como un segmento en crecimiento. Sin embargo, la adopción de blockchain enfrenta barreras, con solo el 12% de la población regional familiarizada con la tecnología, según Nasdaq (2022). La plataforma deberá invertir en educación para artistas y compradores, compitiendo con soluciones como Blockchain Art Gallery (BAG), que recaudó US$1,5 millones en 2022 y opera con 200 creadores.

La regulación también es un desafío. Mientras Colombia avanza con un sandbox regulatorio para criptoactivos, liderado por la Superintendencia Financiera, la incertidumbre en países como México o Argentina podría limitar la escalabilidad. Además, la iniciativa debe garantizar la inclusión de artistas de países bajo sanciones, como Cuba, donde plataformas como OpenSea han restringido operaciones.

Impulso a la economía creativa

Este ecosistema no solo transforma el mercado del arte, sino que dinamiza la economía creativa, generando ingresos sostenibles para artistas y estimulando sectores como el turismo cultural y el comercio local. En Colombia, donde la economía naranja representó el 1,8% del PIB en 2024 (DANE), esta solución puede impulsar el crecimiento, atrayendo inversión extranjera en tecnología cultural, como los US$10 millones captados por ArtOlin en México en 2023.

Con un modelo que integra blockchain, comercio justo y experiencias comunitarias, este proyecto se posiciona como un actor clave en el mercado del arte latinoamericano. Su éxito dependerá de su capacidad para escalar, educar a los usuarios y navegar un entorno regulatorio complejo. Para los inversionistas y el sector empresarial, representa una oportunidad de apostar por la intersección de arte y tecnología, un segmento con un potencial de crecimiento anual del 20% en la región, según Statista (2025).