En un anuncio reciente, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, liderado por Luis Carlos Reyes, informó sobre la posible derogación del arancel diferenciado para vehículos híbridos, implementada en 2017. Bajo la nueva propuesta, estos vehículos se enfrentarían al arancel general del 35%, una medida que aplicaría a las importaciones desde países sin acuerdos comerciales con Colombia. La propuesta se deriva de la percepción de que la política actual no ha impulsado los resultados esperados en términos de desarrollo tecnológico e industrial en el país.
De acuerdo con el Ministerio, los híbridos, que funcionan con motores de combustión y eléctricos, no han incentivado suficientemente la adopción de nuevas tecnologías dentro del sector automotor colombiano, que ha importado $120.000 millones en vehículos sin un impacto notable en la producción local. Esto ha llevado al Gobierno a considerar una nueva estrategia de reindustrialización, que pretende incentivar la industria local a través de políticas de diversificación productiva, sostenibilidad y mayor valor agregado en bienes y servicios.
La visión del Gobierno para una economía del conocimiento.
Este cambio en la política arancelaria se alinea con los objetivos de la Política Nacional de Reindustrialización, impulsado para transformar la estructura productiva nacional hacia actividades de alta innovación, conocimiento y sostenibilidad. «Uno de los objetivos del Gobierno es la diversificación de las actividades productivas, que profundicen en el uso de energías limpias, intensivas en conocimiento e innovación», señaló el Ministerio en su comunicado, destacando que el objetivo es crear una economía más competitiva y menos. dependiente de la importación de tecnologías extranjeras.
Impacto en la industria automotriz y sostenibilidad
La modificación arancelaria ha generado una respuesta mixta en el sector automotriz. Por un lado, algunos empresarios argumentan que el arancel elevado podría disuadir la adopción de vehículos híbridos y eléctricos en Colombia, ralentizando el avance hacia una movilidad sostenible. Otros, sin embargo, apoyan la iniciativa como una forma de incentivar la producción nacional de tecnologías más limpias y sustentables, creando un espacio competitivo para fabricantes locales que puedan desarrollar vehículos con tecnologías amigables con el medio ambiente.
La estrategia de transición energética y los vehículos híbridos.
La discusión sobre los aranceles a vehículos híbridos coincide con un contexto internacional en el que varios países están ajustando políticas de importación para promover tecnologías limpias de manera más agresiva. El caso colombiano refleja un dilema clave en la transición energética: equilibrar la necesidad de vehículos menos contaminantes a corto plazo con la aspiración de desarrollar una industria local competitiva en tecnologías limpias.
Este posible ajuste en los aranceles es una señal de que Colombia está considerando estrategias de transición más complejas para la movilidad sostenible. Con una política de aranceles renovada, el país podría sentar las bases para una industria automotriz local que esté en línea con la agenda global de reducción de emisiones y promoción de energías alternativas.
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